Duro verano

Se acerca el verano, y en lo que respecta a mi castidad me preocupa.

Días más largos, llevamos menos ropa en la calle y en casa a veces incluso sin ropa, con los genitales colgando y buscando ser atendidos. Aumenta el número de erecciones. 

Las Mujeres enseñan sus preciosas piernas, sus lindos escotes, hay más tiempo libre, más calor, más disponibilidad para poder masturbarse, y  más veces en las que habrá posibilidades de que uno rompa su castidad. Más momentos por tanto en los que tendré que tener cuidado y no dejarme llevar por mis instintos y por mis impulsos.

Como dice mi Ama, me espera un duro verano. Aún me faltan 2 semanas para poder tener una eyaculación autorizada.

Pero viendo a esas chicas por la calle enseñando sus lindas piernas, con pantalones muy muy cortos uno piensa que es verdad que la naturaleza nos ha dado a los hombres de la especie esas hormonas que hacen que se nos vaya la mirada a los preciosos y cuidados cuerpos femeninos, porque es un instinto para el mantenimiento de la especie. Pero la especie ya se mantiene, esos impulsos genéticos ya no son necesarios, y el hombre, en general, los controla, para no incomodar ni ofender a las Mujeres, las cuales, lógicamente, pueden llevar el pantalón del tamaño que ellas deseen.

Y creo que los sumisos que deseamos estar en castidad tenemos que afrontar estos meses de duro verano con más interés, aumentando nuestro autocontrol, aceptando que no debemos fantasear con esas Mujeres para desahogarnos sexualmente en la intimidad de nuestras habitaciones, que ellas no se merecen que usemos la visión de su cuerpo para masturbarnos, y que nosotros tampoco somos merecedores de ese derecho.

Que tenemos que asumir que deseamos lograr con éxito este reto de la castidad, y que al aumentar la dificultad por lo que digo del verano, nuestra implicación e interés en conseguirlo tendrá que ser mucho mayor. Y si es con al apoyo de algún Ama, estoy convencido de que lo lograremos, aunque de vez en cuando os quejemos y supliquemos algo de clemencia, la cual nuestras Amas es difícil que nos concedan.