Añoranza

Casi todas las entradas suelen tratar de castidad, porque en realidad es básicamente la única práctica que estoy haciendo.

Además, un castigo físico, o una humillación, dura el momento que se está haciendo, pero la castidad dura 24h multiplicadas por los días que el Ama decida, es una práctica constante.


Y como ya he dicho alguna vez, es algo que hago voluntariamente, y lo hago gustosamente. No me quejo de estar en castidad, me alegra. Pero eso no quiere decir que sea fácil, ni que no me apetecería masturbarme, ni que no lo eche de menos. No se puede pretender que ni la castidad, ni el resto de prácticas Femdom, no produzcan algún tipo de molestia en el sumiso. En eso consisten, en que le duelan las nalgas o los genitales, o que tenga que tragar la orina del Ama, o estar en una postura un tiempo, o darle un masaje al Ama, o aguantarse las ganas de masturbarse muchos días, o servirle de bufón, o lo que el Ama desee. 

Añoro esos momentos de poder tocarme tranquilamente, a solas, disfrutando de los vídeos porno, controlando el ritmo de mi masturbación. Recuerdo esos momentos de llegar al ordenador, bajarme los pantalones y los calzoncillos, conectarme a internet, y a disfrutar. Controlaba si quería eyacular en 15 minutos o en 1h. 

Estoy convencido de que deseo seguir en castidad, pero hay momentos que me cuesta no romperla. Momentos en los que me viene la idea de que por qué estoy haciendo todo esto. Hay momentos de este tipo que considero que los estoy desaprovechando, en  lugar de estar haciéndome una paja, como ahora, estoy escribiendo para estar entretenida. Pienso que si esto tiene algún sentido. Pasados unos días me alegra ver que he podido superar esos momentos de debilidad, me alegra ver las sensaciones que estoy experimentando de frustración, de jugar con mi cuerpo de maneras que no había hecho antes, porque iba a lo fijo, me reconforta ver las palabras de ánimo de mi Ama, sin la cual no podría haber llegado casi ya a los 3 meses en castidad.

Pero aún así, sigo añorando mis masturbaciones diarias. 

Mi situación de normalidad era la paja diaria, digamos que era lo que llevaba haciendo desde hace muchos años y me había acostumbrado a ello. Y ahora deseo cambiarlo a que mi situación de normalidad sean eyaculaciones cada 3 ó 4 ó 5 ó el período de semanas que establezca mi Ama, que ni lo decido yo. Y lógicamente este cambio no es fácil. Me resultaba fácil estar en castidad unas semanas de forma temporal, era aguantar unos días y ya se pasaba, pero ahora después de una castidad viene otra, nunca se acaba el sufrimiento, nunca se podrá volver a lo anterior, a no ser que dejara toda la castidad. Y eso no lo quiero dejar, quiero seguir avanzando más.


Por otra parte aunque a veces le "lloro" a mi Ama, de que voy mal, de que necesito masturbarme, en el fondo me desagradaría que ella cediera. Me desagradaría porque entonces sería un Ama demasiado flexible, que cede al mínimo llanto del sumiso, y un Ama entiendo que deber ser estricta, salvo momentos muy puntuales de acceder a dar un capricho al sumiso en momentos en los que esté muy muy mal, pero eso no puede ser lo habitual, porque entonces dejaría de estar en castidad. Son "lloros" de necesitar quejarme, de que alguien me escuche, desahogarme (como en el fondo es toda esta entrada) pero en el fondo no deseo ni necesito que mi Ama me autorice a masturbarme, porque si lo hubiera querido hacer, lo habría hecho en lugar de escribir esta charla tan larga, y seguramente tan pesada.

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