Esto ya va en serio

El Ama le preguntó al sumiso que desde cuando no eyaculaba. El sumiso, iluso de él, pensó que ella ya estaba pensando en darle un momento de diversión, pero ella sólo deseaba saber la fecha, había sido un sencillo olvido, sin más intención.

El sumiso le dijo que ya llevaba más de 2 semanas desde la última eyaculación, y que en breve llegarían a las 4 semanas. Ella le respondió que el mes no es a las 4 semanas, sino 3 días más tarde. Que como mucho daría un margen de 2 días antes. Y que ella quería 1 mes.


El sumiso vio que por las fechas que le permitía su Ama eyacular iba a tener mucha dificultad para poder masturbarse a gusto, que es lo que él quería. Tendría que retrasar aún más su momento de placer. Quería hacerse una paja tranquilo, sin prisas, sin nadie que le molestara, disfrutándola, después de tantos días frustrado. Castidad a gusto, y de forma voluntaria, pero frustrado. Aunque estuviera llevando bien la castidad, eso no quería decir que no le apeteciera hacerse una paja inolvidable, porque ahora eran muy escasas y no era cuestión de hacerla de cualquier manera como hacía antes.  

El sumiso empezó a hacer sus cálculos, y no sólo iba a hacer el mes en castidad, iba a llegar incluso a las 5 semanas para poder tener ese momento de privacidad, y aún le faltaba la mitad. Empezó  a agobiarse. Su Ama le tranquilizó, le hizo ver que era mejor pensar en el día a día que en ver todo lo que le quedaba por delante. Seguramente ella intuía que estos momentos de debilidad pueden ser determinantes para llevar a cabo lo previsto, o que el autocontrol que hasta entonces había mostrado el sumiso se debilitara y perdiera todo lo conseguido. Y por el contrario, superando estos momentos, y otros similares que seguramente llegarán, es lo que hace que se consiga la intención de tener en castidad al sumiso períodos largos.


El sumiso desconocía si su Ama le dejaría hacerse una paja así, de las inolvidables, sentado con los pantalones bajados delante del ordenador y viendo unos cuantos vídeos porno, o si lo que ella preferiría fuera el que se masturbara de una manera más sencilla y funcional.

Al sumiso le vino a la memoria aquellos intentos iniciales hace años de empezar la castidad, gracias a CONTROL DE CASTIDAD, momentos en los que sólo estar un par de días sin tocarse el miembro ya era mucho y le generaba mucha tensión. A base de mucho esfuerzo, de mucho apoyo de control y de otras Amas y de varios intentos, ahora veía que podía estar 2 semanas sin tocarse sin esfuerzo. Y estaba convencida de que si seguía así, y lograba varios meses de castidad seguidos, entonces en un futuro ya no le generaría tanta tensión el pensar que iba a estar 5 semanas en castidad.

Aunque también se imaginaba una situación en la que sus eyaculaciones fueran sólo mensuales, 12 al año, una cantidad ridícula comparada con los cientos de masturbaciones que se hacía antes cada año. Una comparación que le hacía ver que esto ya iba en serio, que no era un juego de ser sumiso de un Ama, que ya implicaba un compromiso, un esfuerzo. Y que con ello demostraría si de verdad estaba dispuesto a ceder parte de su libertad en algo tan íntimo, para dárselo a un Ama, que disfrutaría viendo como un sumiso sufría por ella, y aceptaba dócilmente sus caprichos y su órdenes. Pero no sólo eso, ¿y si ella en el futuro deseara incluso períodos de castidad superiores al mes? Poco a poco, pensó él. De llegar ese momento sería porque ella entendería que él iba  ser capaz de hacerlo, tenía que confiar y dejarse llevar por su Ama.

Le gustaba mucho el cómo había reaccionado su Ama. Siendo inflexible en los plazos marcados. El mes es el mes, no menos. Esa actitud estricta era lo que le gustaba de la Dominación Femenina, y en especial de su Ama. Pero a la vez eso iba combinado con mensajes de apoyo, de tranquilidad. Ella sabía lo que quería lograr del sumiso, no iba a ceder a las súplicas del sumiso, pero también se ofrecía a apoyarle y acompañarle en el camino. Al sumiso esos mensajes diarios de ánimo y confianza le eran fundamentales para seguir como hasta ahora.

Porque el esfuerzo de estar en castidad sin un cinturón que lo imposibilite es más difícil. Pero no imposible, y de momento quería seguir adelante y seguir sintiendo esas sensaciones de excitación sin poder desahogarse, y de que en esto fuera su Ama la que le fuera indicando lo que debía hacer, ser controlado y dominado por ella.

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