Fantasía 4. Reflejos

 Mi Ama me pide que me desnude, y que me coloque delante de ella, arrodillado, mostrándole mi culo.

Ella está sentada en el sofá del comedor, con una fusta en la mano, con la que puede llegar a mis nalgas con comodidad.

Coge una cuerda y me ata los genitales con ella, para que no me escape, y para poder darme algún tirón que le sirva para castigarme.

Hoy se le ha ocurrido un curioso juego. Dice que a ella , darme azotes porque si le aburre, que le gusta dármelos con algún motivo, y que ella se va a encargar de que yo mismo le dé esos motivos.

Me indica que, al estar yo de espaldas, la manera de decirme lo que quiere es tocándome suavemente el cuerpo o las nalgas con la fusta y que si lo hago mal, entonces sí que tendré fustazo fuerte para animarme a que mejore y educarme.

Empieza por lo fácil. Cada vez que me toque una nalga, deberé levantar la pierna de ese lado, como hacen los perros cuando salen a mear a la calle. Empieza en uno y otro lado, dándome tiempo a pensar, y ahí no tengo fallos.

Pero luego me dice que esto era para ver la dinámica del juego, pero que esto no puede ser así de sencillo. Me dice que a partir de ese momento si me da en una nalga deberé levantar la pierna contraria. Ahí al principio también lo hago bien, sin fallos, y sin fustazos.

"Tienes el culete muy blanco, y sabes que me gusta ver cuando se te pone rojito, cielo.", me dice, señal de que la cosa va a ir a peor.

Empieza a ir más rápida, con lo que empiezo a fallar más, y ya empiezo a recibir mi castigo. Luego me dice que cuando toque una nalga deberé levantar el brazo de ese lado, así está un rato, en el que ya voy notando calor en mis nalgas, porque ya son más los fallos.

Y ya el final es mezclar todo, y rápido, eso añadido a que la tensión del castigo me hace que me cueste más reaccionar bien. En un momento me dice que levante pierna de ese lado, para al poco que levante brazo contrario, y hay momentos que no sé qué es lo que me ha pedido que levante y acabo teniendo muchos fallos y las nalgas del color que ella deseaba.

Esos azotes a veces los mezclaba con tirones de mis huevos, con lo que hay un momento que estoy deseando que acabe el juego, pero es Ella la única que sabe y decide cuando parar.

Aunque con la excusa de escribir fantasías que nos ha ofrecido la Señora Rebeca Garcia esto me está sirviendo para ser yo el que piense en mis gustos, en lo que a veces sueño que me gustaría que pasara, sabiendo que esto en una relación real no sería así, las fantasías que se llevan a cabo son sólo las de las Amas, nuestras fantasías son poco importantes.