En la Dominación Femenina, el hecho de que el Ama lleve puestos unos zapatos de tacón, viene bien al Ama porque ella seguramente se sienta más bella de lo que es, subida en esos tacones, más alta, etc...y viene bien al sumiso, porque disfrutará viendo esos zapatos, y a esa Mujer. Y oyendo el taconeo. Si además de la vista y del oído, el Ama le da permiso al tacto, sumiso y Ama avanzarán en su disfrute. Y si además le da permiso al gusto, permitiendo que el sumiso pueda saborear los pies de su Ama, los zapatos, e incluso la suela, pues mejor. Y si ya por terminar, le da permiso al olfato, el sumiso podrá disfrutar de una de las sensaciones más plenas, y el Ama, -que no olvidemos que es la que decide y cuyo disfrute es el prioritario, el sumiso no opina, solo obedece gustosa y dócilmente- también, teniendo a sus pies, arrastrándose ante ella, a ese sumiso.