Días difíciles

Uno puede pensar que lleva la castidad muy bien. Pasan los días, y las semanas, sin necesidad de masturbarse, y uno puede acabar pensando que ya va a llegar así al final de octubre, sin mucha preocupación y sin dificultad para mantenerse casto.

Pero sin darse uno cuenta puede encontrarse en medio de un día que va mal, porque puede haber tenido problemas en el trabajo o en el estudio, o estar cansado por haber dormido mal, o por no haber sido seleccionado en una entrevista de trabajo en la que pensábamos que teníamos ya el puesto conseguido, y en ese momento puede venirnos a la mente situaciones similares del pasado en las que nos relajábamos y nos evadíamos masturbándonos, y alcanzando el orgasmo. El problema o la decepción seguía, pero nos distraíamos un poquito y se llevaba mejor.

Es en ese momento cuando debemos ser muy cuidadosos y no hacerlo y mantener nuestro propósito de seguir sin masturbándonos. Salvando la distancia porque no es lo mismo, sería igual que si estando en proceso de dejar de fumar nos echáramos un cigarrillo para relajarnos, eso implicaría retroceder todo lo conseguido. La masturbación no tiene tóxicos como la nicotina, pero seguro que activa alguna zona del cerebro donde se ubica la satisfacción.

En este ARTÍCULO comentan que “Los juegos más adictivos son los que activan la zona reptil del cerebro, la más primitiva, el mecanismo de recompensa básica que tenemos todos los animales superiores: si algo te hace sentir bien cuando lo haces y cuando recuerdas que lo hiciste, te animas a volver a hacerlo”.

Y en este OTRO ARTÍCULO nos explican qué ocurre en nuestro cerebro durante el orgasmo, que activa el circuito de recompensa del cerebro, explicado en este ÚLTIMO ARTÍCULO. Este circuito del placer activa situaciones relacionadas con nuestra supervivencia a situaciones placenteras. Aunque este circuito también puede ser estimulado por sustancias nocivas como la droga.

En definitiva, el lograr alcanzar castidad durante mes y medio no quiere decir que haya que estar en tensión todo ese tiempo, pero sí que hay que tener presente esas trampas que nos puede jugar el cerebro para evitar caer en ellas, son momentos puntuales, pero que hay que ir evitando y teniendo mucho autoconrol.