Inicios

Tengo en mente un relato. Pero no sé cómo empezar. 

El inicio podría ser algo así:

"Tengo 2 órdenes que cumplir, una es escribir un relato que vaya contando mis primeros días en castidad, y la otra es mantenerme en castidad. Las 2 cosas me gustan mucho. Aunque también es verdad que las 2 tienen su dificultad. Puedes tener una idea muy clara en la cabeza, pero a veces no es fácil plasmarla en un papel de forma que quien lo lea entienda lo que tú quieres comunicar. Y puedes tener muy claro querer estar en castidad e ir acumulando días, pero luego según van pasando esos días vas viendo que el pene te pica, y tienes que ir controlando esos impulsos para que no malogren tu objetivo inicial. Tus propósitos pueden parecerte fáciles de conseguir cuando los piensas, pero luego en la práctica ves las dificultades que implican. Aunque los años te enseñan que si eres constante y eres capaz de superar esas dificultades, es muy gratificante ver que has llegado a la meta que te propusiste..."

Pero también el inicio podría ser algo así: 

"- ¿Quién me ayuda a...? 
- Se puede ver.

Así empezó una bonita relación, por casualidad. Con un ofrecimiento de ayuda sin la menor intención oculta, poco a poco esa Ama y sumiso fueron hablando y fueron viendo que podrían pasarlo bien. Se complementaban. Aunque el Ama decía que no había hecho mucho el papel de Ama, que ella normalmente tenía más tendencia de sumisa, pero le gustaba jugar a este juego de la Dominación, en este caso Dominación Femenina, y al sumiso le parecía que llevara toda la vida siendo Ama... "

El inicio del relato a veces no es fácil. Tampoco son fáciles a veces los inicios de las relaciones. Sean del tipo que sean, de amistad, laboral, sentimental, y también las relaciones de Dominación.

A veces nos surgen dudas. Bien por no saber nada del otro, o por saberlo, lo que nos genera ciertos prejuicios, positivos o negativos. Pero todo se puede solucionar si ambos ponen en práctica el truco mágico que soluciona los posibles malos entendidos: HABLAR.

Hablando con claridad, y con sinceridad, se puede aclarar esas dudas que uno tiene del otro. Y puede pasar algo maravilloso, que ambos sigan adelante teniendo experiencias nuevas con esa persona. Y lo único malo que puede pasar, aunque en el fondo no es tan malo, y es que después de esas conversaciones uno y otro, o en el peor de los casos uno u otro, vean que esa relación no tenía futuro y decidan romperla para no dañarse y para no perder el tiempo.



Tienen dificultades los inicios de las relaciones presenciales, pero creo que aún tiene más dificultades los inicios de las relaciones virtuales, porque no ves la cara ni la comunicación no verbal de la otra persona, con lo que puede que los mensajes no lleguen bien y tú no puedas verlo para intentar solucionarlo.

Y además de ser difíciles los inicios, también pueden surgir problemas en el desarrollo, las personas cambiamos, o algo que esperábamos de la otra persona, no lo tiene en realidad, o por el motivo que sea, que a veces son motivos muy subjetivos. Y esa relación puede morir. Pero hay que vivir todas las relaciones con intensidad, como si fueran a ser para siempre, pero sabiendo que pueden acabarse mañana mismo. Y si acaban no hay que pensar en ese final, creo que es mejor pensar en todo lo que hemos vivido en esa relación. En definitiva, pensar que toda relación, aunque acaba, nos va a dejar nuevos aprendizajes y experiencias vividas. 

Decía un amigo que vivir es que te pasen cosas, y que hemos de asumir que nos pasarán cosas buenas y cosas malas. Lo cómodo es quedarse en tu cascarón, en lo seguro, ahí nunca sufrirás un desengaño, pero nunca conocerás tampoco a personas interesantes que te harán descubrir nuevas ideas y nuevas sensaciones.  

Y después de todo este rollo veo que ya no me queda tiempo hoy para hablar de mi ...castidad. 

Pero es que no sabía como empezar. Perdón.

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