Fantasía 20. Encerrado

La sesión de hoy ha sido intensa, como todas. Ella lo ha pasado bien, creo. Me ha ayudado a superar y mejorar mi aguante en algunos castigos. Es adictivo, para el Ama y para el sumiso. Por ejemplo, si hoy han sido 50 azotes, la próxima vez intentaremos 60, aunque el sumiso en algún momento estará deseando que acabe, o que ella no azote donde ya ha azotado, o que no aumente la intensidad de los azotes, pero cuando ella por fin termina, sumiso y Ama se abrazan de felicidad por haberlo conseguido, y el sumiso tendrá su culete colorado un tiempo, que le ayudará a no olvidar ese momento de pasión. Así en cada práctica que el Ama desee realizar.

Pero hoy ella le tiene preparada una sorpresa. Le pide que le siga, a cuatro patas, por supuesto, y le lleva a una de las habitaciones en la que nunca había estado. Una habitación con trastos, la tabla de planchar, unas cajas apiladas, unas zapatillas, un viejo paraguas. Las persianas están bajadas, no entra nada de luz.

- Eres un trasto más, no desentonas en esta sala. Te quiero de rodillas, así, desnudo. Te voy a apagar la luz. Te dejaré a oscuras. No sé cuanto tiempo te tendré ahí. El que me salga del coño. Sea el que sea no quiero que te levantes, por mucho que te duelan las rodillas, si cuando entre de nuevo no te encuentro en esta posición, doblaré el castigo que te he dado hoy, sabes que no me gusta que me desobedezcas, estás avisado. Te dejo aquí, solo, a oscuras, para que reflexiones, para que pienses en mi, en como adorarme mejor, en como obedecerme mejor, en como ha cambiado tu vida desde que me conociste, y si crees que ese cambio ha merecido la pena o no. Y si crees que hay aspectos en los que puedes o debes mejorar. Hala cielo, a pensar. 

Apagó la luz, cerró la puerta y se marchó, Oí sus tacones alejarse por el pasillo

Al rato, no sé cuanto tiempo pasó, mi Ama volvió a entrar. No se me había ocurrido cambiar de posición. Al encender la luz me deslumbró, mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad, y les costo adaptarse.

- Bueno cariño, dime lo que has reflexionado. No esperarías que esto iba a ser solo una meditación para ti, necesito conocerte bien, para dominarte mejor.