No querrás tú.

 Ahora soy yo la que te tiene que controlar las castidad, la que se enfada porque a veces veo que quieres masturbarte sin que yo te lo haya autorizado, porque me preguntas que cuando te vas a poder tocar. 

Sé que te está costando a esta nueva situación, pero tranquilo, no voy a dejar de guiarte hasta donde yo te quiero llevar, a veces me enfado mucho contigo, por tu falta de implicación, porque te quejas de llevar ya casi 2 meses sin eyacular (recuerda que ya no te corres, tú sólo eyaculas, las palabras también ayudan a marcar tu sumisión), pero sé que soy más fuerte y poderosa que tú.

Me encanta ver como sufres con esa excitación acumulada, como anhelas tiempos pasados. Pero también veo en tus ojos que esto en el fondo te gusta. Si no fuera así, si que habría dejado de perseguir este objetivo y tu miembro sería libre. Sé que prefieres que sea yo la dueña a tenerlo libre como antes.



Y estoy segura que al final ya no será necesario mi control, que tú mismo te sentirás mal si a mis espaldas se te ocurriera intentar tener un orgasmo. Y que incluso si eso pasara vendrías arrepentido a confesármelo, sabiendo que tendrías un buen castigo. Que tu mente necesitará mi aprobación para permitir que tu pene libere ese semen que vas acumulando.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vídeos Femdom en español

Castidad

Arrodillado