¿Dos meses más?

Después de llevar dos meses en castidad, tu Ama te dice que te va a dejar eyacular, pero que te va a prohibir eyacular en otros 2 meses.

Por dentro te surgen muchas emociones. Por una parte deseas obedecer, no sólo por ella, sino por ti, ese control y esas órdenes son como si tu mismo te las pusieras, no piensas que sea tu Ama quien te las ponga, porque ya has interiorizado que sus deseos son tus propios deseos.

También te viene la reflexión de que tras haber pasado un período tan largo, viene otro período largo más, sin un momento de tiempo libre para descansar y recuperarte masturbándote varias veces, para tomar fuerza. 

Pero también piensas que esto te hace ver que tu Ama va en serio, que es ella la que manda, que ya no eres tú el que, como al principio, vas marcando los plazos, que ahora ya es ella la que ha tomado las riendas de tu castidad. Que ella ya ha asumido el poder. Que te ha hecho caso, eso que le decías de que debía ser rígida y estricta, y que no escuchara esos lamentos tuyos pidiendo permiso para masturbarte porque se te estaba haciendo largo. Que esos lamentos son normales que un sumiso los diga, porque lo está pasando mal, la castidad cuesta y él se desahoga suplicando clemencia, y que si ve que su Ama no cede, él irá cesando en esos lamentos. 

Ella te ha hecho ver que eras capaz de aguantar en castidad más de lo que tu creías.

¿El problema que ves por delante? Que lo que era un juego ha pasado a ser una cosa seria, y que a tu mente le cuesta asimilar que cada vez vas a tener menos orgasmos, cuando lo imagina en conjunto.

Pero por otro lado tu cuerpo, y tu pene, ya han aprendido a conformarse con esos ratitos de excitación que te das tocándote los pezones, para liberar de alguna manera tensiones. No te tocas apenas el pene porque sabes que si lo hicieras seguramente no podrías parar. Y porque así tu pene también va olvidando las sensaciones que se tienen al eyacular, al tener un orgasmo, y eso te hace más fácil soportarlo.