Cepillo

- Ven guapa, que te voy a dar tu ración semanal de azotes. Veo que te gusta que te deje tu lindo culito marcado y coloradito, por como se pone de duro tu clítoris masculino. Aunque alguna vez me has confesado que también influye mi postura, mis zapatos, la seguridad que transmite mi mirada, y que no hace falta que me veas desnuda o en bragas y sujetador para excitarte, que te basta con verme sentada en la silla, esperándote, con el cepillo en la mano. Ya no es necesario ni que te diga que te bajes los pantalones y que te apoyes en mis piernas, con verme así ya vienes tu solo y rápido. Y me gusta ver como vas teniendo cada vez más aguante, las primeras veces me pedías en seguida que parara, pero ya vas soportando más tiempo mis "caricias". Por supuesto que a mi también me excita todo esto, ver tu docilidad al agacharte, oír tus quejidos, ver como te esfuerzas por aguantar el dolor, como te retuerces, ver como tus nalgas van cambiando de color y sobre todo el final, ver como estás confuso, por haber disfrutado tanto y por tener el culo dolorido, y ver como me miras, humillado, agradecido, sabiendo que avanzas en tu sumisión hacia mi, que cada vez eres más mio, que me perteneces más. Pero dejemos de hablar, y empecemos ya pepa.