¿Te siguen doliendo?

 - ¿Te siguen doliendo los huevos?

- No Ama, ya se me pasó el dolor de ayer, gracias.

- Ves, sólo era cuestión de tener paciencia y dejar que pasara un poquito de tiempo. ¿Y a que ya no tienes ninguna necesidad de tocarte?

- No Ama, ayer tampoco, pero hoy ya nada.



- Claro. Y es que además, ese es un efecto que quiero que tenga cuando te excito y cuando te pongo cachondo, que te duelan los huevos. Si no te duelen es que no lo he hecho bien. Sabiendo que no te voy a dejar que te corras aún, quiero verte frustrado, que asumas de verdad que tus orgasmos te los controlo yo, que yo decido cuando los vas a tener y que vas a tener muy poquitos, y que te duelan los huevos para que tu sumisión y sufrimiento no sea de palabra, que sea en algo tan íntimo y tan personal como tus genitales, y me gusta controlar algo tan íntimo también como son tus masturbaciones, quiero regular no sólo las pocas que vas a tener a partir de ahora, sino también quiero ser yo la que decidirá el cómo te vas a masturbar, yo decidiré el tiempo, o el modo, o el ritmo. Esto es como algunas religiones, que piden a sus devotos que reduzcan sus relaciones sexuales, pues aquí es mejor, no son unos cuantos intermediarios los que te van a decir lo que pedía que hicieras tal o cual virgen o dios ya muertos, aquí tienes la suerte de que tu Diosa misma, yo, en vivo, es la que te dice lo que quiere que hagas por ella, para demostrar que eres un buen adorador mío.

- Si Ama, la adoro, gracias por tratarme así. 

- Lo sé cielo, sé que aprecias todo lo que hago por ti, es verdad que el que está en castidad eres tú, pero esto lo estamos haciendo entre los 2, yo me preocupo mucho por ti. Sé que todo esto te hace mucho bien, aunque te cueste pasarlo mal. Ya me contaste en su día, cuando te pedía que me contarás todo, incluso lo más íntimo, que creías que mirabas mucho el culo de las chicas por la calle, y sus escotes, y eso a mi tampoco me gusta, no quiero que parezcas una persona normal, pero que por dentro seas un salido, pensando siempre en el placer que te daría acostarte con cualquier mujer que vieras por la calle enseñando un poquito de carne, las Mujeres tenemos que poder ir por la calle como nos apetezca sin tener que aguantar babosos mirando. Ahora, con tu pito encerrado seguro que te controlas más el mirar y el pensar lo que harías con esa mujer.

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