Paja sin y duchita

Me encanta la primavera.

Llega el buen tiempo.

Uno puede ir desnudo por su casa, tener las ventanas abiertas, entra el frescor de la calle, te apetece sentarte delante del ordenador, y ver unos cuantos vídeos de Dominación Femenina, o leer algún blog interesante, o ver twitter, todo Femdom, claro.

Al final acaba uno excitado, claro, y se toca un poco los pezones. Luego un poco más.



Y empieza una erección, que se vuelve intensa, y el pene pide un poco de caricias, empiezas a tocarte. Sigues un rato. Empiezas a ponerte húmedo, sale flujo.

Es primavera, recuerdas que las Mujeres van por la calle con menos ropa, que algunas van con faldas, otras enseñan los tirantes de sus sujetadores.  Y esto hace que desees seguir con la paja.

Pero intentas no tocarte el pene con la mano entera, no hacerte una paja tradicional, eso es lo que te apetecería, lo que te daría más placer y más rápido, pero has aprendido a espaciarlo, a disfrutarlo. Te mojas un dedo con el flujo y te tocas sólo la punta del pene, vas buscando qué parte de la punta de tu pene te da más placer, desearías acabar, pero te controlas, sigue aumentando la humedad, la excitación, en el fondo no deseas acabar, quieres alargar esa sensación. Sigues jugando con el dedo por la punta del pene, cada vez goteas más, tienes el pene empapado. 

Ya estás cerca del final, pero no deseas terminar, llevas pocos días en castidad, en autocastidad, nadie te controla, pero no deseas dejarte llevar. 

Silueta de hombre feliz mostrar mano para el éxito en la playa | Foto ...


Quieres seguir pensando como algún Ama deseaba que pensaras,que si terminas la paja eres un cerdo, un mono, que no tienes capacidad de control, y que no debes ni puedes ni quieres correrte, porque si de verdad te sientes sumiso, debes saber regularte y espaciarte los orgasmos, incluso si no tienes un Ama que te los controle. Que un sumiso no tiene derecho a los orgasmos, sólo tiene derecho a la frustración de quedarse empalmado sin correrse. Es una contradicción masturbarse y correrse viendo Amas. El sumiso no debe ver a un Ama con ánimo de lujuria, ni de tener placer a costa de ella.

Por eso paras. Sin correrte. Sin eyacular. Te das una ducha fría, sin la comodidad del agua caliente, como castigo, y como método para relajarte, para que te baje esa excitación que no has desahogado.

Estás contento, has acumulado un día más de castidad, y de llegar al límite sin eyacular. El pene ahora está pequeñito y contrariado, no se esperaba terminar así. Bueno, ya debería haberse acostumbrado, ya le has dejado a medias unas cuantas veces.

Y con esa duchita fría te has quedado como nuevo, y además te sientes feliz.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vídeos Femdom en español

Castidad

Diario de una Diosa Ginárquica